La plataforma Stop Desahucios evita, in extremis, el desahucio de dos familias que conviven en la misma casa en El Ejido

06.11.2014 23:02
6 de noviembre de 2014
La plataforma Stop Desahucios evita, in extremis, el desahucio de dos familias que conviven en la misma casa en El Ejido
La presencia de miembros de Stop Desahucios en las inmediaciones de los juzgados y de la vivienda que quería desahuciar el banco Citifin ha evitado, al menos por el momento, que dos familias marroquíes, un total de 14 personas, que la habitan se vean en la calle con sus hijos pequeños.
 
Los afectados se pusieron en contacto con la plataforma tan solo hace “dos o tres días”, como ha explicado uno de los miembros de Stop Desahucios, Juan Carlos Barrios. De inmediato, sin tiempo para negociar con el banco, puesto que ya tenían la orden de desahucio para el 6 de noviembre, miembros de la plataforma se organizaron para intentar frenar, primero en el Juzgado y posteriormente en la vivienda, las intenciones del banco.
A las nueve en punto de la mañana, Barrios ha asegurado a los medios de comunicación congregados a las puertas de la Ciudad de la Justicia de El Ejido que era “inminente una situación de desahucio, con fecha y hora”, si bien quedaba aún un cartucho por quemar. Y es que, como le comunicaron en los juzgados, “el único que tiene poder de parar el desahucio es el procurador mandado por el banco Citifin”.
La solución pasaba, por lo tanto, por acudir a la vivienda, esperar la supuesta llegada del procurador, que nunca llegó, y tratar de impedir el desahucio. Tras unas dos horas de larga espera, un miembro de la plataforma se puso en contacto con la secretaria del Servicio Común del Partido Judicial de El Ejido, que fue la encargada de confirmar la paralización, de momento, de la orden de desahucio. Fue en el Juzgado donde el procurador firmó la paralización.
De vuelta a la Ciudad de la Justicia, dos miembros de Stop Desahucios han sido los encargados de, junto a Driss Merzoug y su esposa, los progenitores de una de las dos familias, acceder al edificio público para recoger la justificación de suspensión de las diligencias.
En el documento, leído en voz alta por uno de los miembros de la plataforma, queda claro que el procurador de Citifin, José Juan Alcoba, ha solicitado, textualmente, que “encontrándose señalada para el día de hoy la diligencia de posesión y alzamiento de auto de referencia, y a vista de que en las inmediaciones de la vivienda se encuentran los miembros de la plataforma Stop Desahucios, así como en las inmediaciones de la sede judicial, y con objeto de evitar cualquier tipo de alteración del orden público, se solicita la suspensión de las diligencias sin perjuicio de solicitar nuevo señalamiento, librando previamente, de oficio, a las fuerzas policiales para que asistan a la comisión judicial en el nuevo lanzamiento”.
Así, en la actualidad existen dos vías, por un lado, una negociación entre la familia y el banco virtual y, por otro, que Citifin se niegue a dialogar y decida enviar una nueva orden de desahucio, eso sí, con presencia policial que no permita que se evite.
Desde la plataforma Stop Desahucios también ven otra posibilidad recurriendo a los asistentes sociales del Ayuntamiento de El Ejido a los que, en caso de que las familias marroquíes no consigan renegociar su deuda o no logren un alquiler social en la misma vivienda, “sean ellos los que se encarguen de procurarles una vivienda”, como ha explicado Barrios.
Para poner en situación, Driss Merzoug, propietario de la vivienda, llegó a España, al igual que su hermano, miembro de la otra familia que vive en la dúplex, sita en el número 19 de la calle Fernando III de El Ejido, en el año 1999. No fue hasta 2005 cuando se decidieron a adquirir esta casa en Ejido Norte. La situación, según han contado Merzoug y su hija mayor, Jamila, fue bien hasta hace casi cuatro años, cuando dejaron de pagar la casa por problemas económicos. 
El único sueldo que entraba en la casa hasta este mismo año era el de Driss, que actualmente está cobrando la última mensualidad por desempleo. Las familias, entre las que hay niños de corta edad, han mostrado su disponibilidad a negociar con el banco para, en caso de que les permitan disminuir los “900 euros” que deberían abonar mensualmente, poder hacer frente a sus compromisos hipotecarios.
De los poco más de 150.000 euros que financiaron con Citifin para poder comprar la vivienda, los Merzoug no han llegado a pagar ni un tercio todavía.
Las familias, que proceden de la ciudad marroquí de Kenitra, han asegurado que se han visto obligadas, para subsistir, a, muy al contrario de lo que viene siendo habitual, llamar a su familia residente en Marruecos para pedirles ayuda económica.
Una vez suspendido el desahucio, la plataforma Stop Desahucios ha asegurado que se van a poner, desde ya, manos a la obra para contactar con el procurador de Citifin para hacer las gestiones necesarias que permitan, según las circunstancias reales de los afectados, “una negociación para propiciar una reestructuración de la deuda o una dación con alquiler social”, como han explicado. Los asociados recuerdan, además, que “el banco está obligado a hacer una quita del período que llevan las familias sin pagar”.
Finalmente, asegurando que “se ha ganado una batalla, pero no la guerra”, la plataforma ha recordado que, en lo que va de año, “en El Ejido se han producido unas 1.600 ejecuciones hipotecarias”. Además, han afirmado que, en el caso de que los Merzoug reciban una nueva orden de desahucio, “en vez de 20 personas estaremos 200 y si llegan las fuerzas de seguridad y es necesario, si hace falta nos amarraremos, nos encadenaremos”.
 
Rafa Villegas